LA PASIÓN, EL SENTIR, LA AFICIÓN, EL COMPROMISO.

Mi hermano Lucas nos regala una experiencia más. Sus continuas idas y venidas crean nuevos lazos, nuevos sentimientos o quizá son los mismos proyectados ahora hacia otras gentes , otros emplazamientos y otros colores. Siempre es importante sentir.

No puedo dejar de compartirlo con todos y es que son ya casi cuatro años pendiente de este equipo que hoy siento mío. Me tocó empezar en años complicados y quizás eso hizo que hoy aun esté más contento.

Una ciudad amigable, cordial, gentil, de tradiciones y costumbres, que vive días inquietantes, duros y complicados por acciones de unos pocos que siembran miedo en otros muchos. Sólo un lugar es inexpugnable, sólo un territorio está blindado al malhacer… Sólo el poder de un deporte maravilloso hace que todo lo que atormenta se quede fuera, en la calle… Al pasar las puertas del Volcán el alma se siente libre para cantar y reír, se pinta de azul y amarillo y salta hasta salirse por la boca.

La gente está reviviendo momentos pasados, en los que el equipo era campeón para todos, para ellos siempre lo ha sido, nunca lo dejaron solo, siempre de la mano y es por eso que cuesta ganar a Tigres, no juegan once.

El domingo era tremendo ver como el estadio de Pachuca se hacía felino, se manchaba de esos colores hermosos que son el cielo y la tierra y cantaba hasta sonar para siempre. Yo desde aquí, a las 3 de la mañana con mi jersey universitario puesto, en la soledad de la noche, me sentía allí con los ocho mil y mi silencio se hacía grito. Hoy no puedo dejar de imaginar como estará “mi casa” el próximo domingo, cuando el césped reciba a los 22 y el silbato suene… VAMOS RAZA!