LUCHA DE GIGANTES.

Los Mourinhistas dudan. El gesto del portugués hacía Casillas -banquillazo en el trofeo Bernabeu, fíjate tú- no ha gustado nada a muchos mourinhistas. Lucha de gigantes entre Mou y Casillas que el aficionado sufre como lucha de gigantes entre su madridismo y su Mourinhismo, y surgen las dudas.


Iker no parece mal chaval pero tiene muy mala escuela y con los años querrá imitar a sus añorados y admirados Raúl e Hierro, se equivoca. Y su entrenador hace bien en corregirlo. Solo debe mirar por los intereses de su equipo, honrar los valores de su club y acatar las ordenes de sus superiores transmitiéndolas a sus compañeros, sin estridencias, pavoneos, ni mariconadas. Todo lo demás sobra: "tengo encontronazos con el mister en lo personal y en lo profesional, lo normal". No, Iker, lo normal, no. Tu figura no es la idónea para tener encontronazos, más bien para suavizar los de tus compañeros. ¡Marcelo Capitán ya!

Otro ejemplo de mega-egos: Diego Forlan. Se ha reído de la afición, de su entrenador, de sus compañeros, de su escudo, se ha ido cuando y donde ha querido, no perdona un céntimo y se va "como un hincha más": tiene cojones la vaca.