POR EJEMPLO.

Cada día me cuesta más trabajo echarlo pá bajo, se me queda pegaito a la garganta como nuestro querido jamón de bellota y ni sube ni baja. Cada día que pasa, su acento me parece más exagerado y chocante, su modestia más estudiada y falsa y sus gestos, caretos y poses más propios de un cómico ambulante que de un entrenador de fútbol. Ahora bien, Pep, considerate ejemplar en tu profesión, me parece bien, y hasta lógico, que no quieras ser ejemplo de nada fuera de tu profesión pero en tu campo no eres un ejemplo, eres el mejor ejemplo.

Eres ejemplo de liderazgo, una palabra compleja y vasta que manejas como nadie. Eres ejemplo de profesionalidad, de entrega infinita a tu profesión sin condiciones. Ejemplo de innovación, has evolucionado este deporte, o diría que hasta lo has revolucionado. Ejemplo de superación constante, nunca es suficiente, siempre se puede mejorar. Eres ejemplo también de precocidad, en tu primer año conseguiste todos los títulos posibles. De fidelidad a tu escudo y a lo que representa. De tantos y tantos adjetivos positivos eres ejemplo, Guardiola.

Más allá de lo bien o mal que caigas y más allá de percepciones personales, tu trabajo es ejemplar y como tal debe ser visto, como un ejemplo.