La grandeza de un deporte se puede medir de mil maneras distintas, pero el hecho de que ocurran situaciones casi impensables antes de comenzar la cita nos dice mucho sobre las emociones que puede regalarnos ese deporte. La F1 en los últimos años nos ha dejado claro que ofrece sensaciones fuertes, que todo depende de un hilo después de meses trabajando de sol a sol, que cada carrera es un bonito capitulo que anticipa el imprevisible capitulo final y que nadie es más que nadie por su experiencia o por su historia.
El fútbol, si utilizamos la misma vara de medir, es tan grande como la apasionante F1. Todos hemos vivido muchos partidos en los que ya habíamos tirado la toalla y el milagro llegó. Todos hemos vividos injustos descensos o inesperados ascensos, finales de infarto, eliminatorias imposibles... sensaciones amargas, hasta insípidas, y explosiones de júbilo infinito con abrazos inesperados.
La sensación que nos dejó la carrera del domingo puede ser comparable a la de un Milanista el día de aquella histórica final contra el Liverpool. Nadie podía esperar que después de aquella exibición de Valdanito Crespo, Shevo, Kaka y compañía en la primera parte sobreviniera la antológica remontada pool. Siempre me he puesto en la piel del seguidor Milanista y nunca llegaba a conocer las sensaciones tan agrias que sufrieron. El domingo las conocí de primera mano.
Buena descripción. Todos eso que explicas es la salsa del fútbol; y como dice Camacho (siempre tan acertado), lo que estamos viviendo estos días (y esta apasionante temporada), también lo es. Qué bien me cae José Antonio.
ResponderEliminarDe giro inesperado, recuerdo la final Manchester-Bayern en Barcelona, en el 99. Aquello me dio una rabia... No puedo ver un partido sin ir con alguien, y ese día iba con los alemanes, así que...
Me gusta el fútbol!
el milan-liverpool y el manchester-bayern son las derrotas más dolorosas que puede sufrir un jugador-seguidor-aficionado... eso sí, el subidón que tiene el que gana es indescriptible... en el bernabeu, la liga de la remontada fue espectacular, y no precisamente por el buen juego.
ResponderEliminarlos madridistas perdimos un campeonato de liga en 45 minutos tras un 0-2 en aquella isla maldita... en aquellos momentos, ya llevabamos algún sinsabor... el psv, el psg y el milan nos echaban de europa por la puerta de atrás.
A mí precisamente me utilizaban para dar un giro inesperado a los partidos y casi nunca lo conseguía, pero que subidón cuando sí ocurría el milagro.
ResponderEliminarMás de una vez si sucedió, Cádiz - Real Sociedad puede ser uno...
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