ARAKIRI.

Hubo un gesto de Aranzubía en el partido de ayer que deja muy a las claras la impotencia que sufren los equipos que se enfrentan al Barca. "Eso no vale, joder", parecía decir el buen portero deportivista cuando el balón se colaba por la escuadra tras una curva perfecta ejecutada por el futbolista perfecto. Como cuando eramos pequeños y jugábamos con los mayores y estos nos hacían rabiar. Eso hace el Barca con sus rivales, sacarlos de quicio.

Mientras no marquen te atosigan con una posesión desesperante y el sufrimiento es grande porque sabes que por más que corras llegará el gol. Pero cuando este llega el sufrimiento se torna tortura china. Empiezan a tocar y a tocar por el mero hecho de distraerse, sin mirar a portería, sabiendo que los goles llegarán a cascoporro a la contra, tras un robo al inocente equipo contrario. Y digo inocente porque por lo general el rival que ya va perdiendo intenta tirarse arriba, la mejor forma de suicidarse, arakiri en toda regla.

Y entonces, ¿cómo se le juega al Barca?, pues no lo se, gracias a Dios ese no es mi trabajo porque si lo fuera estaría bastante jodido. Quizá vivamos algo histórico y veamos un equipo que no se presente y así solo perderá por 3-0.