DISPARIDAD DE CRITERIOS.

Creo que este es uno de los galardones individuales que posee un halo mágico por si mismo. Sus años de historia y sus galardonados le dan una fuerza y credibilidad muy por encima de cualquier otro premio. Sin embargo es el más endeble, el que menos sustento deportivo tiene, es un castillo de naipes, y me explico. Cuando un jugador recibe el pichichi nadie puede dudar de su capacidad goleadora, ha sido el máximo artillero de su competición. Si recibes la bota de oro es que metiste más goles que nadie en toda Europa - con baremos incluidos, que me parecen justos-. Si hablamos del FIFA world player, el resultado final era la suma de votos de todos los seleccionadores internacionales, de todos. El jurado del más prestigioso premio individual a nivel mundial son 96 periodistas, y realmente conozco a pocos buenos periodistas deportivos. Curioso.

En mi opinión el Balón de oro debe ser para Messi. Wesley, por mucho que me pese, creo que debería estar entre los tres elegidos. Y Xavi e Iniesta me parecen extraterrestres, pero no Balones de oro. Rivaldo, Kaka, Ronaldo, Figo, Papin, Van Vasten, Ronaldinho, Cristiano, Messi... ese tipo de jugadores son los que yo considero Balones de oro. Mi votación, si fuera un reputado periodista deportivo, sería:
Messi.......... 5 ptos
Wesley......... 4 ptos
Robben......... 3 ptos
Iniesta........ 2 ptos
Xavi........... 1 pto

Esta parrafada la escribí hace un mes, sin conocer que a los 96 periodistas se le sumaban también los entrenadores internacionales. El resultado ha sido disparidad de criterios. Creo que no han sabido explicar bien a los votantes los criterios a seguir, o también puede ser que si estuviera bien explicado y finalmente votaran como a cada uno le salió del alma. Si contáramos solo los votos de los periodistas el galardonado hubiera sido Wesley, y sin embargo no está siquiera en la tripleta finalista. De igual forma Messi firmó un 2010 incomparable, segundo balón de oro con 23 años, difícil hazaña, lo merece.

Elegante documento del gran ausente del podio final, Wesley Sneijder, un día se dio cuenta que tomar copas hasta las tantonas no era su profesión.