BRAVÍSIMO

Me gusta imaginarme en la piel de otro, y como el deporte me apasiona, suelen ser futbolístas o pilotos de formula uno los elegidos. Hoy, mientras se apagaban las luces rojas del semáforo que da inicio a la carrera, me ponía el mono rojo por un momento. Y sentado plácidamente en el sofá de un buen amigo, con el casco puesto, miraba a Vettel de reojo y me temblaban las piernas. Antes de que las luces pasaran al verde esperanza ya estaba agotado, me quité el mono, el casco, los guantes y deje el trabajo a quién le correspondía para intentar disfrutar de la carrera. Pero ha sido tan extremadamente dura que hasta la bandera a cuadros la tensión hacía imposible el disfrute.Hoy se me han quitado las ganas de creerme piloto de F1, la presión era tal que me daba pavor pensarlo.

Fernando estuvo inconmensurable. Calculador cuando tocaba, rápido siempre, agresivo en la salida y concentrado desde el viernes. Parece más centrado que nunca en el momento clave de la temporada, que pena el desastre de Spa. Por su parte los Red Bull siguen en la brecha, Chano muy peleón hasta el final y Webber en su sitio ante el ataque de Lewis. Esta acción y otra espectacular estrategia le dieron el tercer puesto, no es la primera ocasión en la que el equipo Red Bull sorprende a todos sus contrincantes.

Quedan 4 o 5 Grandes Premios y la pelea se presume apasionante. Espero emoción, espectáculo, buenas artes y a un campeón que demuestre su categoría en estas últimas citas, como viene haciendo Alonso. Toda la suerte del mundo a nuestro bravo piloto asturiano.