miércoles, 19 de agosto de 2009

LUQUITAS

Viendo cualquier documento de Lucas Lobos sobran las palabras, pero voy a hacer una excepción y estas imagenes van acompañadas de unas sentidas palabras que le dedicó mi hermano cuando nos enterarnos de su marcha.



Como por arte de magia... De repente, sin más... me dejan sin él... me dejan solo, con frío, me quitan el calor, me quitan la esencia y me dejan helado, con cara, no de tonto, sino de perdido... cara de un listo que sabe que sin él no iremos muy lejos... la cara de alguien que solo emprendía la marcha hacia el estadio amarillo por ver como mecía el balón entre los tacos de sus botas, porque era cada gota de sudor que resbalaba por su pelo lacio la que me hacia levantar de mi asiento... Por arte de magia me dejan sin mi referente, sin mi alegría, sin mi mago...

No me importa a donde se va, quien tiene la culpa de ello, el dinero que dejan, el dinero que se va, no me importa quien vendrá por él, quien se pondrá el 10… no me importa… solo vienen a mi mente esos instantes de pausa que introducía entre tanto desquicio que había en el césped, solo puedo recordar como sus rivales perdían la verticalidad cuando apenas tocaba la pelota, me quedo con ese instante que él antes que nadie usaba para armar su jugada… no pasaban por la mente, su fútbol iba directo del corazón a la pierna… por eso era más rápido que el resto.

Por eso esta marcha se hace difícil y especial al menos para mi, porque además de la pelota aquí entra en juego el corazón… y es ahora cuando me siento como uno de esos rivales, que desde el suelo, con las dos manos en el césped, solo pueden mirar como el 10, sigue adelante con la cabeza alta, deslizándose por el césped como si fuera de jabón… esperando a que su corazón le dicte…

Carranza se queda sin compás… faltará Lucas… Un abrazo, de veras, estoy realmente triste.

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