ANSIADA CALMA.

Lo comentamos ayer, el Zaragoza entró hace tres años a formar parte del club de los antimadridistas exacerbados, y no sé cuántos integrantes tiene ya tan "prestigioso" club. Jugadores y afición intentaron por todos los medios -legales e ilegales- sacar al Real de quicio. Los jugadores empleándose con una dureza muy por encima del límite permitido, obscena, y la afición apretando al arbitro en todas las acciones hasta hacerlo equivocarse. Lastimosamente esto también es fútbol.
Mi situación como televidente fue muy parecida a la de los jugadores del Real. Mis amigos culés, presos de la tensión que merecía la ocasión, se tornaron dos ligallos más, y los madridistas, viendo como se escapaba la liga, por momentos también parecían catalanes o maños. Si a todo esto le sumamos la incursión de un grupo de kale-borrokas (menores terroristas) que danzaban sin control por allí, os podéis imaginar el cuadro. Divertido pero demasiado estresante, "está bueno, pero no me gusta".
Y entre tanta tensión y adversidad el Madrid supo mantener la calma y no picar el anzuelo, que cada vez parecía más sabroso y cercano. Guti, sorprendentemente, ejerció de capitán evitando cualquier tangana de sus compañeros, y Manuel desde la banda, en los momentos más críticos, pedía calma a sus pupilos, manteniendo la fe en la victoria. Y se la pedía sobre todo a Cristiano, que ha llegado a la recta final de la temporada muy acelerado, demasiado. El día que se proponga no mirar portería y si a sus compañeros, marcará todos los goles del mundo, mientras siga obcecado en chutar siempre y donde sea, seguirá perdiendo rendimiento y categoría.
Por último destacar al Jerez. Nadie ha jugado en estas dos últimas temporadas en el Camp Nou como jugó ayer el Jerez. Me entristece mucho que pierda la categoría el equipo azulón, ¿quién me lo iba a decir?.